Como mejorar la técnica y memorízar con Mi Guitarra Flamenca

Para memorizar y mejorar la técnica en cualquier ámbito de la guitarra Flamenca tenemos entre otras técnicas la de repetición y la creación de hábitos. Es evidente que tenemos que automatizar movimientos precisos e interiorizarlos en la memoria muscular

La repetición y la creación de hábitos

Como se ha mencionado con anterioridad, la construcción de las habilidades
instrumentales requiere de esfuerzo, el cual se puede traducir en la necesidad de repetir
numerosas veces determinados ejercicios mediante elevadas dosis de atención,
motivación y de paciencia.
“Se necesita bastante tiempo, a menudo años, hasta que las nuevas impresiones
quedan ancladas indeleblemente en nuestra memoria como comportamientos, hasta que
están asimismo a nuestra disposición para la interpretación de manera inconsciente y
automática” (Mantel, 2010, 238).
De cara al aprendizaje, es extremadamente importante que tanto el docente como
el alumno sean conscientes de la gran cantidad de repeticiones distribuidas
temporalmente que puede necesitar un determinado mecanismo para que quede fijado
como un hábito. Con esto queremos decir, que no es suficiente la comprensión intelectual
de un nuevo conocimiento, sino que es imprescindible llevar el mismo al terreno de la
práxis para convertirlo con el tiempo en un automatismo. El hecho de creer que el
conocimiento intelectual se traduce en habilidad sin su fijación correspondiente a través
de repeticiones puede ser “causa de numerosas decepciones pedagógicas, artísticas e
incluso humanas” (Mantel, 2010, 237). Estas observaciones se relacionan también con la
impaciencia que conduce a querer tener ya el resultado en nuestras manos, actitud que
puede ser uno de los errores más comunes en el proceso de contrucción de las habilidades:
“El arte de la práctica, tanto técnica como interpretativa, es en definitiva la
capacidad de encontrar las partes correctas, los parámetros correctos, los aspectos
parciales correctos de la práctica e imprimirlos en nuestra memoria de la manera
correcta mediante la repetición. El intentarlo todo de una vez «atasca» nuestros canales
perceptivos” (Mantel, 2010, 241-242).
En lo que respecta a la adquisición e interiorización de nuevos hábitos en
sustitución de hábitos antiguos que se considera necesario corregir, como señala Mantel,
la actitud del músico para conseguir sus objetivos debe estar liderada de una “clara visión
de la mejora” y puede ir acompañada de un esfuerzo “considerable y requerir durante un
buen tiempo la renuncia a la comodidad” (Mantel, 2010, 242).
“Las costumbres son tenaces; un antiguo estudio ruso habla de 30.000
repeticiones, necesarias para transformar una costumbre relativa. […] Esta lucha podría
definirse asimismo como un conflicto entre el conocimiento y la costumbre: la costumbre
empieza siempre siendo más fuerte y solo se deja vencer –a pesar de un mejor
conocimiento– por una atención sin fisuras. […] Ha de aspirarse al cambio como una
decisión de la propia voluntad, cargada de energía emocional” (Mantel, 2010, 237).
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Durante la puesta en práctica de las repeticiones, el estudiante debe funcionar como
su propio entrenador, ya que, como hemos señalado anteriormente, la mayoría de su
tiempo de práctica transcurrirá, generalmente, en solitario, sin la supervisión del profesor.
De manera que durante el tiempo de práctica, en el transcurso de las repeticiones, el
estudiante deberá tener en mente un objetivo muy claro, situarse en actitud de plena
atención e integrar en sí mismo una especie de circuito de control con realimentación de
la siguiente forma: “play-evaluate-play differently-evaluate and so forth”
374 (Lehmann,
2007: 66). Con esto se quiere decir que, una vez el estudiante ha dado curso a una
repetición, ha de valorar el resultado comparándolo con el objetivo deseado, de cuya
valoración pasará de nuevo a la acción con una nueva repetición diseñada con la intención
de acercarse progresivamente hacia sus fines. En este proceso, resulta muy valioso dejar
un pequeño intervalo de tiempo entre repeticiones:
“Durante la impresión en la memoria de una nueva y deseada versión tiene pleno
sentido esperar unos segundos después de una ejecución exitosa para permitir que la
impresión de la práctica «se hunda» en la memoria. Si sigo tocando acto seguido, creo
con ello un solapamiento y una intersección («interferencia») entre la impresión deseada
y otra impresión nueva –la impresión deseada se verá perjudicada en lugar de quedar
almacenada” (Mantel, 2010, 239).
Dicho lo anterior respecto al papel crucial que juega la repetición en el aprendizaje
del instrumento musical, es necesario acentuar que cuando el trabajo repetitivo se vuelve
obsesivo e indiscriminado, puede conducir a resultados contraproducentes. La
impaciencia del estudiante por ver materializados los resultados que ansía puede
conducirlo a desempeñar una pauta de estudio de corte repetitivo, puramente mecánico e
irreflexivo conducente a la monotonía y eventualmente al aburrimiento. Dicho de otra
manera, cuando la repetición se aplica indiscriminadamente a todos los pasajes de una
determinada pieza musical, la práctica se vuelve inadecuada e ineficaz. La repetición debe
ser aplicada a pasajes que se han identificado como deficientes en su ejecución, no a la
globalidad de los pasajes. Además, para aquellos pasajes que potencialmente pudieran ser
candidatos para un estudio repetitivo, es necesario previamente realizar una reflexión
previa de cuáles pudieran ser las causas responsables de la dificultad:
“la resolución de un problema no estriba necesariamente y únicamente en la
insistente repetición del pasaje donde existe alguna dificultad o en el que se fallan
determinadas notas, ya que el análisis de factores como naturaleza de la dificultad,
posible causa que lo produce, relación con el entorno musical próximo, revisión rítmica,
melódica, armónica y, en su caso, contrapuntística, fraseo, función estética, etc., puede

374 Traducción nuestra: “tocar-evaluar-tocar de manera diferente-evaluar, etc.”.
245 acercar más rápidamente y eficazmente a la solución del problema sin necesidad de
recurrir a la simple y mecánica repetición sin sentido” (Coso, 1992: 24-25).

Fuente: Tesis Doctoral de Don

Miguel Ángel Barea Sánchez

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